viernes, 28 de mayo de 2010

Publicidad y gastronomía

Una vez más otro ejemplo de publicidad engañosa.
Engañosa porque no es un encargo real sino de la escuela.
Aquí, entre la tinta y el photoshop, he pasado grandes ratos intentando que quedara bello y apropiado para anunciar fabadas. Un buen fin, sí.

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